El mar camino de libertad
Parece contradictorio desprenderse de la
seguridad de tierra para dejar la orilla
y adentrarse en la mar. El mar se nos ofrece como un camino hacia la libertad
que parece contener el horizonte. Es la fuerza de la búsqueda, de la esperanza
de la ilusión de encontrar otro mundo mejor, distinto, lo que nos hace
emprender el viaje. El lugar que pisan tus pies no parece llenar nuestros
anhelos
Alejarse de los vínculos afectivos y de
las seguridades nos hablan del afán de superar un estado de insatisfacción que genera la felicidad en precario del
hombre. Inicia a remos el viaje mar adentro:
la voluntad y esfuerzo personal colaboran en el proyecto Pero no
va solo: comparte la travesía con otros que viven igual experiencia
La orilla que pisamos en la que se
asientan nuestras seguridades hemos de
reconocerla en lo que pensamos, en lo que sentimos en lo que nos gusta .Es la seguridad del
bunquer en el que se instala nuestro yo rompiendo la relación con el exterior Contradictoriamente buscamos la felicidad fuera de
nosotros y no nos adentramos en el mar
de nuestro interior Perdemos asi libertad y la felicidad que nos ofrece la
verdad que se anida adentro, no la
encontramos
Hacerse a la mar, navegar, caminar sobre las aguas nos remite, evoca
el evangelio en el que Jesús nos invita a acercarse a El que camina sobre el
mar: Precisamos la prueba de su identidad ¿Eres tu Señor? Nos motiva la certeza
de su presencia que El nos ayuda a experimentar: soy yo, nos afirma La
fe, la ilusión, la esperanza que El despierta, nos hará caminar sobre el agua ; se hace presente, respondiendo al esfuerzo que precisamos
hacer remando contra las inclemencias y
dificultades que podemos encontrar, en
el rumbo que hemos tomado obedeciendo a su propuesta de alcanzar la otra orilla.
La libertad parece ir de la mano de la
felicidad, que es en el fondo lo que está buscando el hombre: Id a la otra
orilla Es la propuesta de Jesús, que sabe de nuestros anhelos y nos anima a
buscar. mas allá de las seguridades en las que asentamos nuestra existencia, a pesar
de las dificultades que supone encontrarla. Es la certeza de saberle a bordo,
la fuerza y la ilusión que nos impulsa a remar con el rumbo que nos propone:
otra orilla, otros motivos que definan
nuestro caminar para llegar a la casa del Padre
Juanpedro Mar
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