Orar escuchando el silencio
·
En las preces de laudes de hoy, ante el momento
histórico que vivimos , pedía al Señor
ser signos de paz ante la violencia del mundo. Nos envuelven múltiples
situaciones de extremada violencia, físicas, psicológicas, sociales, políticas,
religiosas / ideológicas, familiares
·
En la meditación/oración posterior, como eco de la
petición anterior, me sugería que el amor es como el agua de lluvia para apagar ese fuego de la violencia que se extiende por
el mundo
· - Intentaba el corazón acercarse a la Mirada de Dios que es ternura y misericordia infinita en los
ojos de Crucificado que se ofrece todos los días al Padre por cada uno de
nosotros como es nuestra certeza
· - Reconocía que los ojos del corazón son incapaces de percibirla y que solo su
Amor, su Luz podían ayudarnos a conocerla, experimentarla
· - Entendía que aquella Mirada era capaz de hacer brotar
el agua , la fuente de amor en la
piedra de nuestro corazón
· - La libertad está contenida en el amor y aquella
fuente de agua viva brota cuando nuestros ojos
se vuelven a El y nuestra mirada
se encuentra con la suya como le
ocurriera a Pedro
·
Al describir el momento y
estos pensamientos, recordé la
experiencia de Moisés en el desierto que es invitado a hacer brotar agua de una piedra. El momento también exige
la confianza en la palabra
·
Hace algún tiempo me permitió entender que de igual
modo que la luz del Sol genera la
fotosíntesis en las plantas y transforma
la savia bruta en la savia capaz de
alimentarla, me complacía entender que
sólo el hecho de su mirada al corazón humano podía alimentar con su amor el
nuestro. Esto me sugería que mi oración debía consistir en
exponer mi corazón a su Mirada: ninguna
palabra, solo dejar que El me mire. FOTOSINTESIS ESPIRITUAL
·
Tengo la certeza, como ya refería arriba, de que El no deja de mirarnos;
también la constancia de que nos dejamos
mirar poco o nada por El: es el error de nuestra suficiencia.
·
La fuerza para amar, para hacer su Voluntad, no es
nuestra , es su Amor el que nos capacita para encarnarlo en nuestra historia
·
Los cristianos al exhibir la cruz estamos descubriendo nuestra identidad y la
responsabilidad de ser testigos del Amor
que es su significado
·
Recientemente
me dejó entender que en el
corazón no cabe ninguna razón por sólida
que fuera, solo amor. Las razones pueden distanciarnos, el amor nos acerca
·
La razón se alimenta de la seguridad de la lógica humana, lo que genera
nuestra fragilidad. El amor escucha y ama y nos acerca a la Verdad, a Dios
,Comunidad Trinitaria ,Energía Creadora, Causa primera, Esencia de la Persona
·
La razón humana es limitada y no puede contener la Verdad infinita. La
Verdad puede alimentar la búsqueda
sincera de nuestra razón
·
El
Amor que nos enseña el Crucificado nos lo descubre el Resucitado y hace
germinar la semilla del amor sembrada en
el corazón. El resucitado se le reconoce por la acción del Espíritu: le
identifican sus señales
·
El
amor se vive muriendo: “Vivir amando; amar muriendo”. La semilla germina cuando la sembramos en la tierra:
·
El
Amor es la energía creadora del universo y la fuente de la vida
·
La
energía del amor contiene la vida y
deshace la corteza del egoísmo
ILUMNACION / Reflexiones FEBRERO 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario