Así fue la vuelta al mundo en
solitario de una niña de 14 años
Enlace compartido por Saturnino Galán F en Ingienería Marina en Facebook
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¿Debería
una niña de 13 años adentrarse en una vuelta al mundo a vela en solitario? Hace
cinco años, esta pregunta no dejó de retumbar durante meses en los medios de
comunicación de medio mundo. Pese a que anteriormente otros navegantes precoces
se habían echado al mar para circunnavegar el planeta, el caso de Laura Dekker (Nueva
Zelanda, 1995) fue el más polémico debido a la edad de la joven y al empeño de
la justicia holandesa por impedir el periplo. Mucho se ha escrito desde
entonces sobre la pequeña marinera. Ahora llega el momento de ver cómo fue
aquel viaje.
Dekker
no se olvidó de meter en su bolsa de viaje una cámara de vídeo con la que fue
relatando sus vivencias. Unas imágenes que, sumadas a las que grabó el director
debutante Jillian Schlesinger durante algunas de las escalas que realizó la
navegante, componen el documental
'Maidentrip' que actualmente se proyecta en varios festivales
de cine de Estados Unidos.
Es la historia de una niña que nació
en el barco de sus padres cuando éste estaba atracado en Nueva Zelanda.
Pasó sus primeros años de vida en la cubierta de aquel velero, navegando de
puerto en puerto. Y eso es lo que quería volver a hacer la pequeña Laura desde
que cumplió los ocho años. Eso sí, deseaba hacerlo en la más estricta soledad.
Con
sólo 13 años, anunció su intención de dar la vuelta al mundo en solitario. Un juzgado de Utrecht no tardó en
impedir que la joven emprendiera su viaje e incluso retiró
momentáneamente la custodia de Laura a su padre, con quien vivía desde el
divorcio de sus progenitores, esgrimiendo su falta de experiencia y la
obligación de tener que acudir a la escuela.
Se
abrió entonces un largo proceso judicial en el que los togados obligaron a
Dekker a demostrar sus aptitudes de navegación, a cambiar de barco por otro más
grande y seguro (finalmente surcó los mares con su Guppy, un queche Jeanneau
Gin Fizz de 11,5 metros de eslora) y a tener un contacto constante con el
colegio. La holandesa sorteó todos los escollos y finalmente pudo llevar a cabo
el polémico reto. Pero, incluso
una vez iniciado el periplo, los tribunales pusieron en peligro el reto al
comprobar su absentismo escolar.
Finalmente,
el 21 de agosto de 2010, Laura Dekker, ya con 14 años, zarpó desde Gibraltar
hasta las Islas Canarias, donde permaneció varias semanas con el fin de
esquivar la temporada de huracanes. Luego descendió hasta Cabo Verde, cruzó el
Atlántico hasta alcanzar la isla de San Martín, el Caribe y el canal de Panamá
hasta llegar a las Islas Galápagos. Tonga, Fiyi, Bora Bora, Australia,
Sudáfrica y de nuevo San Martín formaron su itinerario. Tardó 518 días en completar un viaje
sin contrarreloj, haciendo varias escalas para descansar,
reparar daños del barco e impregnarse de otras culturas.
Tras
su aventura Dekker regresó a su Nueva Zelanda natal, donde trabaja en la
industria náutica, estudia para obtener el título de capitán y da conferencias
sobre su experiencia.
Información complementaria de su biografía en Wikipedia
Dekker nació el 20 de septiembre de 1995 en un barco en el puerto de Whangarei, Nueva Zelanda durante un viaje de
siete años realizado por sus padres. Su padre, Dick Dekker, es holandés y su
madre, Babs Müller, es alemana, por lo que Dekker obtuvo la ciudadanía
holandesa, alemana y neozelandesa. Sus padres se divorciaron en 2002.
Dekker pasó los primeros cuatro años de su
vida en el mar, a los seis años Dekker, se convirtió en la dueña de su primer
barco, y aprendió a navegar con él.
El siguiente barco que recibió a los diez
años fue un Hurley 700, ella lo llamó Guppy
y lo utilizaron para navegar en solitario durante sus vacaciones de verano de
varias semanas de duración, sus viajes incluyeron el Mar de Wadden y el Mar del Norte.
Simplemente fascinante!
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