Dios comparte nuestro sufrimiento
En la
tierra existe la violencia física:
la
guerra, la tortura, los asesinatos...
Hay también otro tipo de
violencias
más sutiles que se
disimulan:
la
desconfianza, la sospecha, la humillación,
la promesa falsa...
Hay numerosos niños y
también jóvenes
que
sufren por sus rupturas afectivas y por abandonos humanos.
Algunos
de ellos se preguntan si sus vidas tienen sentido.
Ante
estas violencias físicas o morales
dentro de la familia
humana, cabe preguntarse:
Si
Dios es amor, ¿de dónde viene el mal?
Nadie
puede explicar el porqué del mal.
El filósofo Paul Ricoeur
escribe:
«No puedo dar una respuesta
a los que dicen:
Hay demasiado mal en el
mundo
para que yo pueda creer en
Dios».
El
único poder de Dios es el amor desarmado
Dios no quiere que
suframos.
De ser Dios-Todopoderoso se
hace Dios-Amor
El poder de Dios consiste
en amarnos
y decirnos palabras de
aliento
cuando estamos ahogados en
el sufrimiento.
Nuestra
dificultad está en saberle escuchar.
Seis
siglos después de Cristo, un pensador cristiano,
san Isaac Nínive, repetía
las palabras
«Dios es amor», de san Juan
y concluía:
«Dios sólo puede dar su
amor» (1ª Jn 4,8).
Dios no puede contemplar el
sufrimiento humano
con
actitud pasiva: sufre con el inocente
que es
víctima de la prueba incomprensible,
sufre con cada uno de
nosotros.
Existe
el dolor de Dios, el sufrimiento de Cristo.
En el
evangelio, Cristo se hace solidario con el que suln
llora
la muerte de aquél que ama (Jn 11,32-36).
¿Es
cierto que Jesús ha venido a la tierra para que todo ser se sepa amado?
Nuestro corazón debe ser capaz de sorprenderse
de ese amor de Cristo.
Hermano Rogcr deTaicé.
Dios sólo puede amar. PPC
Esta mañana, al abrir mi ordenador, advertía que Google lucía el lazo negro de la solidaridad con las víctimas del descarrilamiento del tren en
Santiago de Compostela, y aquello me invitaba, de igual modo, a expresar mi condolencia y cercanía con las
familias de los fallecidos, de los heridos
que han de cargar el resto de sus vidas
con las minusvalías que se hayan generado; con los que, aun recuperándose,
padecen dolor; por cuantos en fin, de una u otra forma, experimentan la tristeza por el sufrimiento del otro
El propio Jesús llora ante la tumba de su
amigo Pero no se queda en el dolor y actúa llamando a Lázaro a la vida
El acontecimiento ha de invitarnos a
ESCUCHAR, teniendo en cuenta que el hecho sucede en Santiago de Compostela, en vísperas
de la festividad de su patrono y el caracter de tragedia de lo ocurrido Pensé que nuestra solidaridad no puede quedar en el lamento; que la sangre de los han sufrido este accidente no
puede quedar baldía y ha de ayudarnos a crecer en humanidad, a hacer emerger de nosotros todo lo bueno que Dios
ha puesto adentro. Creo que este
compromiso es nuestro mejor gesto para que aquello no quede sólo en sentimientos que el
tiempo alivia y olvida La muerte no puede ganar la batalla a la VIDA El dolor y el sufrimiento del otro tiene que interpelarnos en lo profundo y promover el cambio personal que contribuye a la paz y armonía de todos
La cruz es signo del dolor, del
sufrimiento que los humanos podemos hacer padecer al otro; pero también tenemos
que verla como el púlpito desde donde se ha proclamado el AMOR
MAS GRANDE, y dejarnos empapar el corazón del regalo que nos ofrece La cruz tiene que ser para el cristiano la llamada a superar
todas nuestras dificultades, tropiezos, guerras, odios, apatías, egoísmos,
insolidaridad. La cruz desde la perspectiva cristiana, viene a ser el signo no
de muerte, sino de esperanza, del triunfo de la vida sobre la muerte
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