La Mirada (testimonio)
Empecé a entender, a intuir el misterio, cuando fui
alcanzado por su mirada. Es una mirada de infinita ternura, de aceptación
plena, cargada de gratuidad, de ofrenda, de donación total, de gozo grande, de
paz profunda. Es una mirada a la
intimidad más escondida, incluso a lugares que tú no alcanzas ver, a pesar que
anidan en tu corazón. Surgió en medio de la tempestad, de la soledad, en el
llanto de la impotencia, en la conciencia de la fragilidad, de la limitación .
Te sabes, entonces,
conocido, acompañado; su mano en tu hombro. Asombrado, admirado con una alegría enorme, nueva, grita el alma,
estremecida ¡VIVE, ES VERDAD, VIVE! Es
un grito que se arranca en la profundidad de tu ser; y tu razón, tu
pensamiento, tus sentidos se llenan de esa PRESENCIA.
Es una realidad que puedes palpar. Su Palabra
se encarna en el acontecimiento de tu vida. El gozo es inenarrable. Sucedió un
día en mi historia y su eco, como ves, me
acompaña siempre. Es la alegría de la Pascua que experimenta quien ha conocido la
libertad de si mismo, la luz que engendra la vida. La soledad ha
terminado.. Sabes que El Es, que vive.
Más tarde recuerdas lo que prometió: “El Espíritu os
recordará lo que os he dicho.”.Experimentas, admirado, que se ha cumplido en tu
historia. Y recuerdas a sus amigos prendidos de aquel fuego. El amor ha germinado en ti. La
oscuridad de la soledad fría, desapareció. Ya “eres” EL, Tú y el Otro; los demás ya no son ausentes. Eres
COMUNIÓN, IGLESIA. La
TRINIDAD penetra tu identidad
humana, y la diviniza, engendra el Hijo de Dios. Necesitas amar como El.. Es su
Identidad que habita en ti. Amar, servir es ya una vocación y la razón de tu existir. Ser PAN y VINO para
los otros. Se diluyen tus ansias, El
amor crece, cuando te das ..Como la luz y el calor, busca expandirse, llenarlo
todo, alcanzar lo infinito, experimentar la eternidad. La plenitud, razón de
tu/su existencia, sólo la alcanzarás en su PRESENCIA, esencia del AMOR
Camina
contigo, no te exige; en todo instante está dispuesta su mano; asume
siempre tu fragilidad (secuelas del mal
antiguo).
Aunque
ocurrió estando en tierra, entonces vivía en la mar. Lo conocí hace treinta y cuatro años: mediodía del 15
de Mayo de 1971. Otros lo han
experimentado de igual/ semejante manera.¿Frutos? Recuerda la respuesta de El:
unos treinta otros sesenta, algunos cien..Se vive, en todo caso, deseando ser más y mejor pan. Todos, tu
también puedes vivirlo.¡Ojalá ,ya! El pide poco, te lo aseguro: sólo tu NADA, que abras la puerta de tu corazón
vacío y le digas, VEN JESÚS.
Juan
Esteban
PUBLICADO EN FACEBOOK
La Mirada es como podéis ver,
un breve relato de mi encuentro personal con Jesús, el que murió y vive
resucitado, resucitando.Por entonces tenía 28 años y ejercía como Jefe de Máquinas en un
buque de M. Mercante.
Como Agustín de Hipona, pero sin la fidelidad de éste, claro, vivía la
necesidad de volver. Tenía de todo, pero echaba de menos la alegría de los
miembros de mi familia que habían hecho un Cursillo de Cristiandad: mis padres,
mis hermanos, Pepe y Mari Petri...
Quería cambiar...Y quizá confiaba mucho en mi voluntad, como así se lo
expresé en la intimidad de mi alma aquella mañana. Como Pedro, amigo, como
Pedro. Me creía capaz de ser testigo donde fuera...Si, si.
El último día viví una encrucijada que resolví de modo opuesto a como
pensaba, y como Pedro, lloraba, impotente, consciente de mi nada, pues sin salir de aquel encuentro, me dejó
constatar mi pecado. Cuando lloraba mi
impotencia en la capilla después de buscar inútilmente un sacerdote para
confesar lo ocurrido me dirigí a la capilla donde lloré en profundidad, con la
hondura del alma, mi nada En un instante
me llegó la experiencia de Pedro. .Su PALABRA fue su mirada, La LUZ, EL PERDÓN, SU PRESNCIA
RESUCITADA. .
Aquellas lágrimas de arrepentimiento se convirtieron en un instante en llanto de gozo y de emoción al
comprender..No no puedo decir que entendí
nada.. Experimenté que estaba
cerca que me conocía , que me amaba
Lo escribo
después de este corto mensaje para aclarar que nadie sabia , solo Dios, lo que
en mi corazón le había dicho aquella mañana
cuando escuché la charla sobre el “Respeto Humano” Creo que en algún
momento he comentado lo que le dije: “con eso no tengo ningún problema pues yo te he confesado en cualquier sitio”.
No pasarían tres o cuatro horas y allí mismo, sin salir de aquel santo lugar, yo actuaba de modo distinto
Al volver a ver la imagen que escogí para el testimonio, e incluso la
otra versión que anuncia mi muro, estimé que sería conveniente completar que
esas imágenes las he conocido ahora, después que trabajo en la Delegación diocesana de
Pastoral del Mar de Tenerife, aunque muchos años antes la viviera
Lo que gritó el alma al experimentar su Presencia en aquel instante, fue:
" ES VERDAD, CRISTO VIVE. El ha puesto SU MANO EN MI HOMBRO"
Me atrevería afirmar que una experiencia física no generaría la misma
conmoción, pues lo que tiene que ser sanado, resucitado es el alma, el corazón
del hombre.
Más tarde encontraría esa expresión en el Salmo 139 y en texto del
Apocalipsis en el cap 1 ó 2, creo. También el profeta Ezequiel relata una
experiencia semejante Recordar esto hace entender que la experiencia
humana de Dios contiene este gesto que entraña AMISTAD, COMPAÑÍA/ CERCANÍA, PERDON,
TERNURA, COMPRENSIÓN, SOLIDARIDAD.. señales de su AMOR que hace germinar la fe
y la vida de COMUNIÓN
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