1992.-Crisis en la enfermedad de mi madre. Experiencia
personal
Mi madre había sido operada en Madrid en una intervención que duró varias
horas. Recuperada de la anestesia y una vez desentubada, se advirtió
deficiencias en el proceso respiratorio, reconociendo sin función el
diafragma derecho, debido a la inactividad del nervio frénico por
posible acción quirúrgica o por congelación, dado el largo tiempo de la
operación. En consecuencia tendría que estar en adelante realizando
ejercicios respiratorios más intensos con el fin de evacuar el CO2
que producía la actividad respiratoria deficitaria .. Vivió algunas
crisis de este tipo, pero se recuperaba y nos hacia alimentar la esperanza de
mejoría, al entender que el tiempo favorecería una posible recuperación, si la
hipótesis de inactividad del nervio frénico fuera motivada por
congelación.
Un día esto no fue posible y tuvimos que ir al hospital. No había ninguna
colaboración por parte de ella dado que el porcentaje de CO2 en sangre
era muy alto. Había temor de conectarla a la máquina si no se lograba que
colaborara en los ejercicios, pues eso, aunque la mantuviera, no la
recuperaría. Sin embargo, para nuestro entender, lo importante era ganar
tiempo. Decidí ser yo quien se quedara con ella en el hospital. Pepe, mi
hermano, decidió también acompañarnos.
En un momento determinado le pregunté si quería rezar el Angelus (algo
corto ) a lo que asintió con la cabeza. Al recitar la oración advertimos que
abría los labios muy levemente lo que nos invitó a decirle, al terminar, si
quería rezar el rosario, a lo que de igual modo asintió (ello permitiría una
respiración mas dinámica y profunda lo que le podría ayudar a exhalar el
CO2.)
Tenía la Biblia a mano, y le propuse a mi madre escuchar la palabra que
se nos ofreciera. Esto nos permitía sacarla de sí misma. Abrimos el
evangelio y le pedimos que leyera cualquier texto. No podía leer
con ninguna de nuestras gafas que le ofrecimos a este efecto, por lo que le
dijimos que nos señalara donde quería que leyéramos: la palabra que se
nos ofrecía nos invitaba a pedir en todo momento(Pedid y se os dará,
buscad y hallareis, llamad y se os abrirá…) y el comentario(Biblia
latinoamericana) que acompañaba al texto que ella señalaba, recomendaba la
intercesión de los santos, pero que la intercesión de María, añadía, tenía un
valor especial.
Asombrados, admirados por el regalo de aquella Presencia, en las circunstancias
todas descritas, seguimos recitando el rosario con más unción /devoción que
nunca. Recitar el ave María la obligaba a abrir los labios y de este modo
expulsar el CO2, lo que mejoraba su estado: no fue necesario conectarla a la
máquina y pudo superar aquella crisis.
El Señor no es ajeno a nada de cuanto nos ocurre y el mensaje nos recomendaba
la oración, la intercesión de María, y el rosario como medio eficaz de oración.
Me dije que lo rezaría todos los días. Alguna vez he dejado de hacerlo, pero
hoy lo hago cada día, ayudándome, especialmente, en/con la
dimensión de intercesión.
Me ha parecido intuir la intención de Sto. Domingo de Guzmán (gran
predicador de la Palabra de Dios), que fue la de ayudar al pueblo a
escuchar /contemplar la Palabra, que en un porcentaje muy elevado no
sabía leer ; podía ser esta su intención primera al introducir este método de
oración. Por este motivo en más de una ocasión, me gustaba recitar el rosario
escuchando un texto cualquiera que se nos ofreciera en la oración. No descarto
otros razones entre las que habría de recordar el valor de la
repetición (constancia. Hesicasmo, Mantra. Presencia ), la dimensión
comunitaria
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