BUSCAR
18 Junio 2010
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La felicidad es un objetivo a lograr en
la vida del hombre. Podríamos
afirmar sin mucho error que es el
motor de la vida La causa del quehacer cotidiano; el afán primero del existir
del ser humano
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Evidentemente el hombre busca lo que no se tiene, busca algo
que le falta o que ha perdido, o la conciencia de la ausencia de algo que no
sabe definir.
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La pérdida de algo puede ser lo más
próximo a la fuerza del estímulo que impone la búsqueda. De una u otra forma,
lo que es cierto, es la percepción que
el hombre tiene de la carencia de algo
que provoca inestabilidad, inquietud,
desazón , vacío, incluso tristeza
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El ser humano vive buscando..y
errando, pues busca fuera. Lo exterior produce dependencia, contrario a la
libertad
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Buscar supone :caminar, preguntar, identificar,
escuchar, comunicar, dialogar, esfuerzo, lucha…
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El estímulo de la búsqueda podía ser
la base de la fe, que ya se tiene aunque
no seamos consciente de ella. Podríamos
hablar de estado germinal de la fe
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Buscamos algo que se nos esconde, pero
que intuimos que está y que podemos alcanzar. La intuición está más cerca de la
verdad que la propia razón
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Lo que está oculto es próximo al
concepto de oscuridad; así como, también la luz , es cercano al de la verdad
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La luz nos despierta del sueño, nos
ayuda a ver la realidad, nos alegra; la luz es fuente de VIDA. También la
alegría y la vida son conceptos próximos. En el sueño no somos conscientes de
la luz y ni siquiera experimentamos la sensación de búsqueda; ello explica la
actitud de mucha gente: dormidos
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Lo que buscamos, en el fondo, es una verdad
que nos complace, armoniza y nos identifica. La verdad es luz que disipa
las oscuridades de adentro
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La búsqueda, intuyo que es un camino
que solo se acaba al encontrar la respuesta que se llama VERDAD. No son palabras
(concepto humano), sino una realidad que llena plenamente el interrogante que
invade al hombre
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No puedo evitar de recordar las palabras de Jesús que nos
enseña afirmando: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA Atención a lo subrayado
que recuerda al mismo tiempo su propia identidad, Yo Soy, afirmación,
Realidad, NOMBRE, con el que Dios se manifiesta a Moisés
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El fundamento de la vocación religiosa del hombre la
podríamos encontrar en la necesidad de búsqueda. La Verdad está al alcance de
los que buscan sinceramente ( próximo a “ bienaventurados los pobres de
espiritu…”) y están a la escucha
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La búsqueda es un sendero a recorrer
en la vida, al que atraviesan o desde el
que se derivan otros que pueden
equivocarnos. Para permanecer en
el camino y acertar en el rumbo, sólo
contamos con la brújula del Amor que ya se definió en el Gólgota
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La fe cristiana se inicia con una
experiencia de luz y es el camino que nos descubre e integra en el Amor (Iluminación y Camino en S. Pablo).
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El Amor lo encarna Jesús de Nazaret.
Pero sólo los ojos del corazón, de la identidad profunda del hombre, puede
conocerlo cuando despiertos en la noche,
conscientes de nuestra oscuridad interior, necesitados de la luz, somos
iluminados
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Los conceptos de luz, verdad y amor parecen
encontrarse y nos sitúan próximos a una afirmación: la razón primera y última del hombre es la VERDAD, Dios es la verdad ,
Dios es Amor
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