Carta pastoral del Obispo Promotor con motivo de la festividad de
Nª Sra la Virgen del Carmen
16 julio 2013
Día
de la Gente de la
mar y del Apostolado del mar
Como cada
año, en esta solemne ocasión de la fiesta de nuestra patrona, Nuestra Señora la Virgen del Carmen, quiero
enviaros un afectuoso saludo a toda la familia marinera de España y agradecer a
nuestra Señora su protección, así como pedirle que nos siga bendiciendo en esta
hora difícil y de profundos cambios
. Celebraremos
esta fiesta a la luz del lema: «Rema mar adentro. Por tu palabra echaré las
redes». Queremos poner en el centro de nuestras vidas la fe en Jesucristo, como
nos propone la Iglesia
en este Año santo de la fe. Para ello acogemos la invitación del Señor a remar
mar adentro para introducir a todas las gentes del mar en el camino de una
nueva evangelización, tal como nos propone el Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal
Española para los próximos años.
Las gentes del
mar deseamos acoger también hoy el Evangelio de Jesucristo para proclamar y
defender con valentía la dignidad humana que con frecuencia es descuidada en el
mundo del mar. En este sentido la obra de la Iglesia que atiende pastoralmente a la gente del
mar, conocida como Apostolado del Mar, viene realizando en todo el mundo un
acompañamiento desde la fe para llevar luz a la vida de todos los hombres y
mujeres del mar y ayudando solidariamente a los marineros necesitados y a todas
sus familias.
En el pasado mes
de noviembre se ha celebrado en Roma el XXIII Congreso Mundial del Apostolado
del Mar. Ha sido un acontecimiento extraordinario en el que hombres y mujeres
del mar de todo el mundo hemos reflexionado sobre la nueva evangelización en el
mundo marítimo y en el que se abordaron una serie de cuestiones que influyen en
la vida y en el trabajo en el mar. Se planteó como desafío profundizar el
compromiso de la Iglesia
con todos los sectores del mundo marítimo, así como se urgió a la comunidad
internacional la indispensable mejora de las condiciones de vida y de trabajo
de todos los hombres y mujeres del mar. Asimismo, el Congreso Mundial puso de
relieve el ejemplo de servicio que las gentes del mar prestan unos a otros en
medio de la incertidumbre, del aislamiento y del peligro, ofreciendo a todos
los hombres un modelo para vivir en un mundo que cambia.
El papa
Benedicto XVI recibió a los participantes en el Congreso Mundial y les dirigió
un importante discurso, cuyas líneas fundamentales vuelvo a traer a vuestra
consideración. El Santo Padre comenzó recordando al papa Pío XI, que el año
1922 aprobó las Constituciones y el Reglamento del Apostolado del Mar, rememoró
la figura del beato Juan Pablo II, que confirmó dicha misión con el motu proprio Stella Maris y agradeció a todos los presentes el haber respondido
a su llamamiento al convocar el Año de la fe, a fin de dar un renovado impulso
a toda la misión de la
Iglesia.
En su discurso,
el papa Benedicto recordó que desde los albores del cristianismo el mundo
marítimo ha sido vehículo eficaz de evangelización. La navegación marítima ha
sido el cauce de los Apóstoles y de los discípulos de Jesús para ir a todo el
mundo. Y el papa nos recordaba que también hoy la Iglesia surca los mares
para llevar el Evangelio a todas las naciones y que nuestra presencia en los
puertos y las visitas que diariamente hacemos a los barcos son el signo visible
de la solicitud pastoral de la
Iglesia. Se refirió el Santo Padre Benedicto XVI a los
complejos efectos de la globalización para las gentes del mar y nos dijo que la
vulnerabilidad de las gentes del mar debe hacer más atenta la solicitud de la Iglesia. El papa tuvo
un recuerdo especial para los pescadores y para sus familias por las
dificultades presentes y por la incertidumbre del futuro, marcado por los
efectos negativos del cambio climático y por la explotación excesiva de los
recursos.
El papa
finalizó su hermoso mensaje a las gentes del mar pidiéndonos que no abandonemos
nuestra posición de primera línea en la evangelización de numerosos hombres y
mujeres de diferentes nacionalidades que transitan por nuestros puertos y que
sigamos respondiendo sin titubear a la gente de mar que nos espera a bordo para
llenar su profunda nostalgia del alma mostrándoles el rostro solícito de la Iglesia que acoge.
Como podéis
ver, estas palabras del papa Benedicto XVI están marcadas por la preocupación y
la confianza que la Iglesia
siempre mostró hacia los hombres y mujeres del mar. Estos sentimientos son los
mismos que alientan el recién iniciado ministerio apostólico del papa
Francisco. Él nos pide que tenemos que ir a las periferias para anunciar y
testimoniar la Buena Nueva
del Señor. En esas periferias del mar hay muchos hermanos que nos siguen
esperando.
En el próximo
mes de octubre celebraremos en Huelva las Jornadas del Apostolado del Mar.
Pedid para que toda la gente del mar seamos capaces de unir nuestras fuerzas
para trasmitir a toda la familia marinera el cariño y la cercanía de Jesucristo
y de su Iglesia.
Que Nuestra
Señora la Virgen
del Carmen, Stella maris, alumbre
siempre vuestra esperanza y os colme de bendiciones con todas vuestras
familias.
Con mi bendición y todo mi afecto
Luis Quinteiro Fiuza
Obispo de Tui-Vigo
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