Carta del Obispo
Promotor del Apostolado del mar con ocasión
Festividad de Nuestra Señora la Virgen del Carmen 2015 Patrona de las Gentes de
la mar
“ESTRELLA LUCIENTE, AMPARADNOS VOS”
“ESTRELLA LUCIENTE, AMPARADNOS VOS”
Nada te turbe
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.
Por nuestra propia experiencia
comprendemos bien las gentes del mar estas palabras de Santa Teresa. Sublimes
palabras que son la expresión de la más honda seguridad que un creyente alcanza
en la vida y que en los momentos difíciles de nuestras familias son la única
certeza que no nos abandona. Son, a la vez, la constatación de que la vida
tiene un componente esencial de inseguridad y de preocupación y de que sólo
Dios puede satisfacer nuestras ansias infinitas de paz.
Santa Teresa, cuyo Quinto Centenario
del nacimiento estamos celebrando, tuvo la gracia de vivir un camino de fe que
desde una infancia alegre y piadosa la llevó a los planteamientos más profundos
de la vida. Fue una mujer que tuvo el coraje de no arrugarse ante los difíciles
retos que la realidad de su tiempo le planteaba. Es una santa encarnada en su
tiempo y que miró de frente a los miedos de la vida. Por eso toda su persona
nos trasmite una experiencia de fe en la que pudo sentir que la vida sólo tiene
sentido cando está fundamentada en Dios.
La gran misión que Dios le tenía
reservada a Teresa de Ávila fue la reforma de la Orden del Carmelo. Por eso es
una santa a la que nos sentimos tan unidos todos los hombres y mujeres del mar.
Y la fiesta de la Santísima Virgen del
Carmen, nuestra Patrona común, es la ocasión que la Iglesia nos ofrece para
unirnos de una manera muy singular a este gran gozo del Año Jubilar del
nacimiento de Santa Teresa de Jesús.
Para nosotros, los hombres y mujeres
del mar, la fiesta de Nuestra Señora, la Virgen del Carmen, es la celebración
que nos une de una modo especialísimo cada año en nuestros gozos y necesidades.
De un modo especial sentiremos en este año, con toda la Orden del Carmelo, el
maravilloso regalo de luz y de fe que la Virgen nos regala en santa Teresa. Por
eso, también nosotros, como ella, nos ponemos en el regazo de la Madre del
Carmelo y le decimos: Estrella luciente, amparadnos Vos.
Con santa Teresa le pedimos a la
Santísima Virgen del Carmen que los hombres y mujeres del mar seamos en
nuestros días y en nuestros pueblos testigos vivos de esa fe que nuestra vida
ligada al mar nos descubre. Porque también las gente del mar tenemos el don de
una fe que nos dice, como a Teresa de Ávila, que en los momentos definitivos de
la vida sólo Dios basta.
Quiero con todos vosotros recordar
en nuestra fiesta del Carmen a los náufragos de todos los mares, especialmente
a los muchos que han perdido la vida en nuestros mares en este año. Para ellos
va nuestro recuerdo más doloroso y nuestra oración más sentida. Que descansen
en paz en el Señor de sus muchas fatigas.
También le pedimos a la Virgen del
Carmen por todas las gentes del mar que están pasándolo mal, bien sea por
enfermedad, por falta de trabajo o por cualquier otro problema personal o familiar.
Un año más gritamos a toda nuestra
sociedad y a nuestros gobernantes para
que volvamos nuestros ojos a los grandes problemas de las gentes del mar. El
trabajo en el mar es el más duro de nuestra sociedad, tanto para el trabajador
como para su familia. Todavía queda una ingente tarea que realizar en la
dignificación de las condiciones de vida de los hombres y mujeres del mar.
Que vivamos todos una feliz fiesta
de Nuestra Patrona y que, como cada año, nuestras parroquias y nuestros puertos
marineros expresen en ese día la alegría de sentir el cariño y la protección de
nuestra Madre del cielo.
Unidos a todos desde el corazón, os
bendigo en el Señor.
Luis
QuinteiroFiuza
Obispo
de Tui-Vigo y
Obispo
Promotor del Apostolado del Mar
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