Me has curado
Jesús resucitado,
estás conmigo.
Sé que has
perdonado
y olvidado mi pecado;
has curado mi
desamor.
En el llanto de mi pesar,
del arrepentimiento,
me llegó tu palabra.
Me he sentido conocido,
intensamente amado
Gritó mi alma, asombrada
penetrada de alegría,
de gozo inmenso:
He conocido tu mano
sobre mi hombro.
Germinó en mi alma
la vida de COMUNIÓN,
que me une a ti y al hermano.
La noche de la soledad acabó
Y la fuente de agua viva
brota allá
adentro.
El fuego del amor
quiere penetrar ya,
de luz y calor, mi alrededor
Hechos 13,1-5
1 Había entonces en la
iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se
llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes
el tetrarca, y Saulo.
:2 Ministrando éstos
al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo
para la obra a que los he llamado. :3 Entonces, habiendo ayunado y orado,
les impusieron las manos y los despidieron.
Los apóstoles
predican en Chipre
4 Ellos, entonces,
enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a
Chipre. 5 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las
sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante.
Oración
Señor Jesucristo, concédenos en este
tiempo en el que, en derredor de cada uno se traba una lucha mortal, la luz
suficiente para no perderte de vista; suficiente luz para poder entregarla a
los que de ella necesitan más que nosotros, por la soledad en la que viven.
Haz brillar sobre nosotros el misterio
de tu alegría pascual como aurora de la mañana Concédenos ser personas
pascuales en medio del sábado santo de
la historia y amar con ese gozo al marino y su familia
Concédenos que, a través de los días
luminosos y oscuros del tiempo en que vivimos, podamos siempre, caminar con
ánimo alegre, hacia la gloria futura, sirviendo a quienes viven mar adentro.
Amén.
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