Los pescadores dicen NO a la Iniciativa para la Pesca Costera
Comunicado de prensa conjunto del World Forum of Fisher Peoples (WFFP) y el
Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca (FMPTP)
Con la Iniciativa para la Pesca Costera
(CFI en sus siglas en inglés), la FAO, el Banco Mundial y Conservación
Internacional, entre otros, han puesto en marcha un programa de largo alcance
con objeto de reformar las políticas pesqueras de todo el mundo. Durante un
periodo de 4 años, se distribuirán un total de 235 millones de dólares entre
distintos proyectos en varios países; incluyendo Latinoamérica, África y el
Sudeste Asiático. Los responsables de la financiación del programa son el Fondo
Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), algunos gobiernos, varias ONG,
fundaciones e inversores del sector privado. La Iniciativa podría tener un
impacto devastador para los pueblos pesqueros en pequeña escala en los países y
regiones anteriormente mencionados y, además, quienes están tras esta Iniciativa
esperan que sus reformas influyan también en la política pesquera a nivel
mundial. Con este manifiesto, nosotros, como representantes de alrededor de 20
millones de pescadores, queremos expresar nuestra firme oposición a la
Iniciativa para la Pesca Costera, puesto que contradice la aplicación de las
Directrices Voluntarias para Asegurar la Pesca Sostenible en Pequeña Escala
(Directrices PPE)aprobadas recientemente.
Un proceso descendente El contenido del
documento marco del programa de la Iniciativa ha sido elaborado por un grupo de
personas procedentes de los organismos de aplicación y de la secretaría del FMAM.
En dicho documento marco se aprecia claramente que el contenido de la
Iniciativa se ha definido al detalle y que el trabajo que aún queda por hacer
se reduce a completar el proceso descendente mediante la elaboración de varios
borradores de planes de implementación en los seis países señalados. El
documento marco, sin embargo, alaba la Iniciativa por haber dado lugar a
“diversas reuniones de consulta desde el inicio del proceso de desarrollo”.
No obstante, desde el primer día, la
Iniciativa ha contradicho el principio fundamental de participación de las
directrices PPE, que pone énfasis en que las comunidades de pesca en pequeña
escala que se vean afectadas deberían formar parte del proceso de toma de decisiones antes de
que éstas se hagan oficiales. En lugar de eso, debido a su versión de
“consulta” (es decir, rellenar
cuestionarios y participar en talleres) quedamos reducidos al nivel de otros
“interesados”; a la par de los representantes del sector privado, académicos,
etc. si bien nosotros representamos a las personas más afectadas por la
Iniciativa. Cabe destacar, además, que esto está muy lejos de parecerse a lo
que el director general de la FAO denominó “un proceso de desarrollo
participativo de abajo hacia arriba” en relación con la Directrices PPE, en el
que nosotros, como representantes de los titulares de los derechos (personas
“de a pie”), fuimos designados como socio negociador formal. A este respecto,
quisiéramos recordar al FMAM y sus seis organismos de aplicación, incluida la
FAO, el destino de la Alianza Mundial a favor de los Océanos del Banco Mundial,
que recibió duras críticas por nuestra parte en nuestro “Llamamiento a los
gobiernos” entre otros motivos por la falta de una inclusión real de los
representantes de los titulares de los derechos.
Acaparamiento de los océanos Dicha falta
de inclusión real es especialmente notable en el contenido de la Iniciativa. Si
bien el documento destacada en varios puntos que la Iniciativa cumplirá
objetivos medioambientales, sociales y económicos y que “asegurará el bienestar
de las personas”; se aprecia claramente que el contenido específico de los
programas para los países señalados se centra en la implementación de la Pesca
Basada en Derechos. Tal como se recoge en el ya mencionado “Llamamiento a los
gobiernos” y se ha registrado ampliamente en la publicación conjunta The Global Ocean Grab la introducción de la
Pesca Basada en Derechos sembraría el caos en las comunidades costeras, puesto
que el proceso de privatización beneficiaría sólo a una pequeña élite
despojando de sus recursos a la mayoría de personas. Utilizando una retórica
“estratégicamente benigna”, la Iniciativa ha imitado las tácticas de
iniciativas anteriores a nivel global, tal como explica el colectivo tras The Global Ocean Grab: “Algunos organismos de
gran importancia que están allanando el terreno para el acaparamiento de
océanos han adoptado un lenguaje basado en los derechos humanos y sostienen que
sus iniciativas de reforma se basan en la necesidad de [...] erradicar la
pobreza. No obstante, numerosos ejemplos en todo el mundo muestran que los
principios subyacentes que guían estos procesos de reforma se basan en una fe
ciega en [...] soluciones que entran en conflicto directo con los deseos y
exigencias de las organizaciones de representación de la sociedad civil.”
La Iniciativa confía ciegamente en la
Pesca Basada en Derechos, que aboga por la privatización de los recursos
marítimos como la panacea para todos los problemas relacionados con el medio
ambiente y con la reducción de la pobreza. Sin embargo, tal como la
revista Development Today del Banco
Mundial publicó en marzo de 2015 en
relación con el fin
de la Alianza Mundial a favor de los Océanos, este enfoque está empezando a
cuestionarse: “A pesar de las numerosas discusiones entre el banco [Banco
Mundial] y Noruega, que dieron lugar a algunos cambios, tanto el organismo de
ayuda Norad como el Instituto Noruego de Investigación Marina dieron su
aprobación al proyecto.” “Anteriormente, el World Forum of Fisher Peoples...
había solicitado a los gobiernos que abandonasen la Alianza.” La opinión de
Norad fue que la Alianza probablemente no ayudaría a reducir la pobreza
[enfatizado]...”
La introducción de la Pesca Basada en
Derechos en los países señalados y en cualquier otro lugar entraría en
conflicto con el contenido de las Directrices PPE, que destaca la necesidad de
un enfoque basado en los Derechos Humanos como herramienta principal para
reducir la pobreza. En este contexto, también nos horroriza la declaración de
la Iniciativa de querer implementar las Directrices PPE, cuando las políticas
que van a introducirse se centran claramente en priorizar los intereses del
sector privado y/o reducir los problemas medioambientales, contradiciendo, por
tanto, las Directrices PPE.
Teniendo esto en cuenta, hemos rechazado
la invitación para formar parte de la junta directiva de la Iniciativa. Aceptar
la invitación cuando el contenido de la Iniciativa ya está claramente definido
solo daría legitimidad a las políticas de Pesca Basada en Derechos contra las
que hemos luchado durante tantos años. Hubiera sido un duro golpe para la
implementación de las Directrices PPE, algo que nosotros seguimos defendiendo.
1
http://www.fao.org/3/5783196b-28fa-4ab8-8fe5-c3019ca0a377/i4356s.pdf
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