Misa a bordo del Celebrity Equinox
Se nos
invitaba a celebrar la eucaristía en el crucero
Celebrity Equinox en su estacia en el puerto de Teneirfe. Al parecer los
turistas americanos que estaban a bordo
se lo habían pedido al Capitán,
quien, a través de la agencia consignataria Albatros, nos lo hacia
saber.
Con los datos de identidad
de quienes podíamos acompañar al
Capellán, P.Gilberto Martín Teixé, enviamos un correo a D. Cecilio, de la consignataria mencionada, pidiéndole
al mismo tiempo, que la noticia
fuera comunicada a la tripulación, para
que pudieran participar los que quisieran y estuvieran libres de trabajo.
Nuestro
inglés quizá era insuficiente para lo que requería la celebración, y aunque
utilizaríamos el latín para el contenido
litúrgico de la misa, el de Thomas Walsh, irlandés, voluntario de
Radio Maria, podía prestarnos un
magnifico servicio.
Nastja la
azafata eslovena que nos recibió, resolvió
los problemas de acceso al buque,
incluido el pasaporte de Thomas
en el paso de control estricto de seguridad .
El lugar de la
celebración estaba casi lleno El grupo fue creciendo en los minutos previos a la celebración. Mientras, repartíamos las hojas para seguir la misa En la presentación obligada al
inicio, confirmábamos que el latín
seria la lengua que utilizaríamos como
signo de comunión y con el uso del inglés para determinadas momentos
como las lecturas y oración de los fieles. La capa del sacerdote tenía
incorporada al centro, el logotipo del Apostolado del mar
Aunque
llevábamos libros de cantos y anunciamos los que utilizaríamos en los momentos
propios, se ofreció como alternativa que ellos podían compartir los que
estimaran, especialmente al inicio Con este criterio comenzamos con un canto en inglés que compartían todos
con fervor y que ya llenaba el
ambiente de gozo, calor ycomunidad.
Las
aclamaciones y respuestas en latín nos
ayudaban a saborear la comunión. El Aleluya
para el evangelio también nos permitía
experimentar la unidad en la alabanza. Cogidos de la mano, gesto
iniciado espontáneamente por ellos, rezamos el Padre nuestro y así
permanecíamos hasta recitar todos
juntos la oración por la paz.
Llamaba la atención el orden y fraternal respeto en la procesión de la comunión
Dársena de Anaga del puerto de Santa Cruz de Tenerife |
Como no hubiera
colecta en la ocasión que prevé la
liturgia, alguien de la comunidad propuso hacerla al finalizar la celebración y
como ofrenda todos fueron acudiendo al altar donde depositaban su óbolo. En
aquel momento parecía que la alegría
contenida que nos reunía, había
florecido como el campo en primavera, y
llenaba de perfume de amistad y afecto
el ambiente que hacia difícil la despedida.
Nastja, la
azafata, que nos acompañó en la celebración nos ayudo a recorrer el camino de
salida y nos despediría con igual cariño
en el muelle, con la pena de separarnos y la sorpresa de la amistad encontrada.
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