ITF REABRE EL DEBATE SOBRE LOS PERJUICIOS SOCIALES DE LAS BANDERAS DE
CONVENIENCIA
Era
inevitable que saltara a la actualidad publicada la estrecha relación existente
entre las escandalosas revelaciones de los llamados “papeles de Panamá” y las
banderas de conveniencia. Los paraísos fiscales existen, en primer lugar, para
que en ellos pueda lavarse, blanquearse -es decir, legalizarse- el dinero
obtenido mediante actos delictivos; también justifican su existencia por la
“necesidad” o conveniencia del capital de pagar los menos impuestos posibles.
Las banderas de conveniencia (Flags of Convenience,
FOC), a las que los corruptores del lenguaje llaman “registros abiertos”,
existen para satisfacer los mismos fines que los paraísos fiscales, con quienes
comparten la identidad en la mayoría de los casos. Panamá, recordémoslo, es la
bandera de conveniencia más antigua y más exitosa, con una flota mercante que
ocupa el primer lugar del ránking, a enorme distancia del segundo clasificado,
otra bandera de conveniencia, Liberia (o las Islas Marshall).
Las banderas de conveniencia amparan sin
escrúpulos cualquier tipo de buque, permiten la contratación de tripulantes en
condiciones más que penosas, ofrecen servicios financieros opacos y dispuestos
a lo que sea menester de acuerdo con las necesidades del cliente, y cobran por
ello tasas muy razonables, a veces de saldo. Como, además, son paraísos
fiscales, no hay problema con los impuestos, inexistentes o muy apañados. Legal
todo ello, por supuesto. La libertad de capital como principio inviolable e
ilimitado.
Quien ha irrumpido en la actualidad
publicada para vincular, al hilo de los “papeles de Panamá”, los paraísos
fiscales y las banderas de conveniencia ha sido la Federación Internacional de
Trabajadores del Transporte (International Transport Workers Federation, ITF),
que en una nota pública (anexa en formato Word) muestra su satisfacción por el
debate reabierto por la filtración de los archivos del principal despacho de
abogados encargado de arreglar los papeles para evadir impuestos, blanquear
capitales o facilitar la financiación de cualquier otra actividad delictiva,
incluido el terrorismo internacional.
La nota de ITF recuerda la campaña que
iniciaron en 1948 contra las FOC/BDC, cuya existencia “pagan los tripulantes
con salarios bajos y pobres condiciones de trabajo”; invoca la necesidad de
aplicar con un mínimo rigor la norma que exige un “vínculo genuino y auténtico
entre la nacionalidad del armador y la bandera de los buques”; y se congratula
de que haya vuelto a la opinión pública el debate sobre los privilegios del
capital y el daño que dichos privilegios causan a la sociedad
NAUCHERglobal, Juan Zamora 09/04/2016
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