En la inauguración de la
nueva sede del STELLA MARIS en Tenerife
El hecho de que el acto inaugural del nuevo local del Stella Maris en
Tenerife coincidiera con la eucaristía
del 2º domingo, que celebramos cada mes
en este centro, cuando la Iglesia nos proponía festejar la” Dedicación de la Basílica de Letrán”,
activa nuestra escucha, dejándonos interpelar por la palabra de Dios
El día 29
de octubre fue la ocasión en la
que desde el programa STELLA MARIS se trasladaba a la audiencia el proyecto de Misioneros
del mar Intercesores con el que se
invitaba a los oyentes que lo
desearan a un compromiso de oración de modo regular
por la gente de la mar y su
familia, el Apostolado del Mar y la
unidad de los cristianos
El Apostolado del mar reforzaba o
recuperaba un
elemento de su identidad, de su vocación más profunda con esta
propuesta que se realizaba en la edición
190 del programa STELLA MARIS que se
emitía desde Tenerife.
El hecho
reconocía la limitación que se
tiene para llevar a cabo la verdadera
misión con la gente de la mar ( anunciar con obras y palabras a Jesucristo), y la necesidad de poner en las
manos de Jesús los pocos panes y peces
que se tienen para alimentar "a aquella
multitud que parecían ovejas sin pastor"
(los marinos lo son, casi radicalmente ) Ello, no obstante, implica también
nuestro compromiso con las precariedades
de bienestar integral de su realidad humana. Todo el Apostolado del Mar
constata la importancia de la intercesión, pero en esta ocasión hacia público la necesidad, urgencia e importancia de la oración en la actividad
pastoral marítima
La inauguración de un nuevo local
STELLA MARIS, la festividad litúrgica de
ese domingo
(Dedicación de la Basílica de Letrán) y
el mensaje que nos trasladan las lecturas de este día, e incluso la lectura
breve de laudes, llamando a recuperar
nuestra identidad de piedras vivas, de
templos de Dios, de casa de oración, con
el hecho descrito más arriba, nos ayudan a reconocer y celebrar la presencia de Dios en estos
acontecimientos, en los que podemos descubrir la palabra de Dios iluminando la
historia , tal como ocurriera a los discípulos de entonces, que la reconocían admirados en los gestos,
palabras y actos de Jesús de la que ellos eran testigos, como nos relata el
evangelio de Juan
Stella Maris Tenerife
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