Jóvenes
europeos toman la iniciativa de salvar vidas en el Mediterráneo
Gracias a un donante generoso y al 'crowfunding', inician
este domingo una misión de rescate.
"Desaparecen 800 personas en alta
mar al hundirse el barco en el que viajaban". Así amanecían las portadas
del 19 de abril de 2015, tras el hundimiento de una barca llena de refugiados
que horas antes había salido de las costas de Libia. Una noticia estremecedora
que seguramente haya caído ya en el olvido de la memoria colectiva, al igual
que los otros muchos naufragios que se han producido antes y después de
entonces, pero que sin embargo dejó huella en un
alemán de 19 años, Jakob Schoel, que en
aquel momento estaba terminando sus estudios de
Jakob decide entonces que si las
instituciones no eran capaces de dar respuesta a esta situación, alguien
tendría que tomar la iniciativa, y junto a su amiga Lena Waldhoff, de 23 años,
deciden iniciar un proyecto muy ambicioso: conseguir su propio barco y lanzarse
al Mediterráneo a salvar vidas.
Aquella
acelerada poco a poco iría tomando forma
bajo el nombre Jugend Rettet (Jóvenes al Rescate). Un
formado por diez personas, con edades
entre los 19 y los 29 años, inician a
de 2015 una campaña de 'crowdfunding'
que les permitiese
el barco y financiar un primer viaje.
No esperaban sin embargo que un donante
anónimo les ofreciese cubrir los gastos de la compra del barco, un total de
130.000 euros. Esto les permitió que los cerca de 140.000 euros conseguidos a
través de 'crowdfunding' pudiesen ser destinados íntegramente a la reparación del
barco y al inicio de sus primeras misiones de rescate.
IUVENTA, nombre con el que se bautiza al
barco haciendo un guiño al carácter joven de la iniciativa, salió del puerto de
Emden, en el norte de Alemania, tras tres semanas de puesta a punto. 16 días después
llega al puerto de La Valetta, capital de Malta, desde donde el próximo
domingo, 24 de julio, comenzará su primera misión de rescate.
Jugend Rettet ha contado en todo este
tiempo con el apoyo de diversas asociaciones que ya tienen experiencia en
labores de rescate en alta mar, en especial con Sea Watch, una asociación de la
que Lena destaca el intercambio de conocimiento que han tenido por su parte.
"Tenemos algo en común, y es que ni
ellos ni nosotros somos profesionales, pero sin embargo cuentan con una valiosa
experiencia que a nosotros nos ha sido muy útil a la hora de preparar esta
primera misión", explica.
También han mantenido contacto con
personal de la Marina alemana, quienes les han orientado con información más
técnica en cuanto a las rutas que suelen llevar las embarcaciones, los puntos
de salida y las medidas de seguridad que deben tener en cuenta.
La tripulación que partirá el próximo
domingo, formada por doce voluntarios experimentados en diferentes sectores
(medicina, ingeniería e industria naval principalmente), está ya reunida en
Malta ultimando los detalles antes de la partida.
Estarán coordinados con el MRCC (Centro de
Coordinación de Salvamento Marítimo), ubicado en Roma, a quien avisarán en todo
momento de sus movimientos y de los posibles rescates que realicen durante sus
dos primeras semanas de trabajo junto a las costas de Libia.
"Además de conseguir salvar vidas,
esperamos que este trabajo sirva como ejemplo. Si nosotros, sin tener
experiencia naval ni tampoco de salvamento, hemos sido capaces de llegar hasta
aquí, ¿qué podrían hacer las instituciones europeas, con todos los recursos que
tienen, si se propusiesen evitar las muertes en el Mediterráneo?", señalan
desde la organización.
Ahora su principal objetivo es que estas
próximas semanas sean capaces de demostrar que todo este esfuerzo comienza a
dar frutos. (El Economista) NUESTRO MAR 24/07/16
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