Nota del Obispo Promotor del
Apostolado del Mar ante un nuevo accidente marinero
Los
pescadores Borja Alonso, y Filipe Manuel de Brito, marineros del “Látigo”
permanecen desaparecidos desde la tarde del viernes a pesar de los intentos por
encontrarlos de muchos barcos e instituciones marineras que solo han podido
localizar hasta la fecha los restos de su embarcación media milla al sur del
islote de Agoeiro, al sur de las Islas Cíes.
La angustia
y el dolor por la desaparición de estos dos hermanos nuestros, hace que nuestra
oración se redoble ante nuestro Padre Dios por mediación de la Virgen del
Carmen.
Queremos de manera especial que este nuestro mensaje lleno de misericordia, de solidaridad y de cercanía les llegue a las familias de los marineros desaparecidos. Y por supuesto a toda la gente de la mar, tan azotada por tragedias parecidas en su duro y servicial trabajo.
Queremos de manera especial que este nuestro mensaje lleno de misericordia, de solidaridad y de cercanía les llegue a las familias de los marineros desaparecidos. Y por supuesto a toda la gente de la mar, tan azotada por tragedias parecidas en su duro y servicial trabajo.
“Todos
somos conscientes de que la pesca es una de las industrias más complejas y más
vastas del mundo, como también una de las profesiones más difíciles y más
peligrosas” nos decía el Cardenal Veglió, Presidente del Pontificio Consejo
para emigrantes e itinerantes en su Mensaje del 21 de Noviembre de 2015 , para
la Jornada Mundial de la Pesca
Al sentir
el dolor de la familia marinera por estas noticias, recordamos lo que
escribíamos el 16 de julio del pasado año con motivo del día de las gentes del
mar,: “ Un año más gritamos a toda
nuestra sociedad y a nuestros gobernantes para que volvamos nuestros ojos a los
grandes problemas de las gentes del mar. El trabajo en el mar es el más duro de
nuestra sociedad, tanto para el trabajador como para su familia. Todavía queda
una ingente tarea que realizar en la dignificación de las condiciones de vida
de los hombres y mujeres del mar.”
Reiteramos
con este motivo nuestra oración dolorida y también nuestra esperanza en el Dios
de la Misericordia
D. Luis Quinteiro Fiuza, Obispo de Tui-Vigo y Obispo
Promotor del Apostolado del Mar
1 de Febrero de 2016
1 de Febrero de 2016
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